martes, octubre 24, 2006

Los herederos de la «Generación X»

Para abordar este tema, primero me gustaría hacer un corte en el intervalo de edad del que estoy hablando y esta es el que comprende desde la preadolescencia (11-12 años) a los momentos previos a cumplir la mayoría de edad (17 años). Esto en época escolar corresponde con la ESO y el Bachiller. Entiendo que la juventud tenga más intervalos de edad (algunos dicen hasta los 25, otros incluso más) pero también podemos dar por hecho que a edad superior la influencia de la educación en el comportamiento es mínima.

Por supuesto el principal problema es el mal comportamiento (o socialmente detestable) que tiene un gran porcentaje de este grupo. ¿Buscamos culpables? Esto ahora mismo sería lo más fácil; padres, profesores, gobiernos, etc… Pero la realidad es tal vez mucho más compleja, si existe culpa no solo hay un culpable sino un entramado de razones e influencias que explotan en este determinado comportamiento.

Abordando cada una de estas variables empezamos por la familia: un clima familiar suave y sin tensiones es propicio para que un niño se sienta querido y no acepte determinados comportamientos reprobables, pero esto no es cierto en el 100% de los casos, una sobreestimación por parte de los padres puede llevar a que un niño (que no ha vivido ni sentido de forma recíproca lo que es tener “malos padres”) se crea el centro del mundo siendo egoísta, dictatorial y juez de su propias acciones. Por esto es importante no confundir libertad con libertinaje, crear una serie de normas que no deben romperse bajo ninguna circunstancia y educar en valores desde la más temprana edad enseñando a mirar en retrospectiva (esto no implica tratar al hijo a palos, solo ser comunicativo, pero también consecuente con las decisiones).

Los profesores por su parte deben recuperar el espíritu educativo, algunos profesores son auténticos libros didácticos pero poco más, educan en materia pero no en valores y en ética y este déficit se nota en sus alumnos. Unos alumnos que tengan una serie de conocimientos sobre algo muy técnico les va a ser imposible aplicar sus conocimientos por falta de interés o de entendimiento. Los profesores no deben esperar a que los niños vengan educados de casa o que la consejería o ministerio les incite a ello, deben hacerlo desde que forman parte de su enseñanza y a la vez, son los responsables de la actitud del chaval en el aula.

Por último, la peor decisión política de la historia española en materia de juventud fue la ley del menor; vale, algunas cosas son muy salvables, pero que los niños poco menos que tengan inmunidad diplomática hagan lo que hagan (incluido maltratar a los padres, a otros niños, a indigentes y un largo etcétera) pues como que no. Los chavales tienen que ser conscientes de sus actos y a una determinada edad (16-17 años) que tienen edad legal para trabajar, deberían tener edad legal para responsabilizarse de sus actos (o cambiar la ley del trabajo y subir la edad mínima a 18). Hay un auténtico agujero negro en este sentido que deben suplir las políticas sociales a través de estudios profesionales multidisciplinares (pedagogos, psicólogos y sociólogos entre otros).

En definitiva, dejar que la educación de los adolescentes esté basada en la ley de la calle y su influencia social sean los programas del corazón es darle doble trabajo: por un lado convertirse en un ser antisocial; por otro dejar de serlo cuando la sociedad de su generación hace tiempo que haya madurado.

Este tema se puede extender casi indefinidamente y es por esto que haré nuevos post más adelante (eso si, más cortitos…).

1 COMENTARIOS:

Anonymous Anónimo dijo

Este lo habia visto sin terminar, pero ya sabes lo q pienso de todo eso de la ley del menor,vamos q pienso como t.

5:41 p. m., octubre 27, 2006  

Publicar un comentario

<< Índice